Uno de los aspectos más importantes sobre nuestra experiencia y que se hace evidente a través de la Meditación Mindfulness, es que tenemos mucho menos control de nuestra mente del que creíamos tener.
Con una práctica sencilla cotidiana, es fácil darnos cuenta de lo ocupada y distraída que vive nuestra mente… inmersa en pensamientos y narrativas, en juicios de valor, opiniones, historias…
Este fenómeno, aunque es curioso, no es extraordinario. Al contrario, así es como la gran mayoría de la humanidad vive todo el tiempo: perdida en pensamientos.
Y aquí es crucial entender que los pensamientos son naturales. Es normal que surjan en la mente. De hecho, es útil... no querríamos dejar de pensar. El pensamiento en la base de nuestras relaciones, de nuestra profesión, las ideas son los ladrillos del conocimiento y de la conversación.
Pero, comprender las dinámicas de nuestra mente, notar los pensamientos como eso, como pensamientos simplemente, y tener la habilidad de reconocer si son útiles o no, si son ciertos o no, si no son más que supuestos infundados… es una fuente fundamental de perspectiva y de elección.
La propuesta es que entendamos los pensamientos como simples sugerencias de la mente, no como órdenes o declaraciones de la verdad.
En esencia, aquí estamos entrenando en la habilidad de elegir qué pensamientos, y por ende qué actitudes, intenciones, y decisiones son constructivas y cuáles son destructivas.
Gracias por tu práctica.
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