Dopamina y su papel en la motivación: estrategias para mantenerla estable (#NSDR)
Motivación
La motivación puede ser entendida como la fuerza que impulsa cualquier comportamiento humano, cualquier acción. Se refiere al porqué de todo lo que hacemos.
La motivación es el proceso que inicia y mantiene los comportamientos orientados a objetivos. Por ejemplo, necesitas motivación para llevar a cabo cualquier actividad productiva o creativa. Necesitas motivación si quieres perder peso, para estudiar, y para tomar cualquier decisión arriesgada.
Sin motivación no tenemos fuerza para perseguir nuestros objetivos.
No ha de sorprendernos que la motivación incluya fuerzas biológicas, emocionales, sociales y cognitivas. Y esto la hace hasta cierto punto, inestable. Esto es natural.
Es común sentirnos muy motivados en ocasiones, mientras que en otras nos sentimos sin ganas y apáticos. La dificultad para encontrar motivación es algo que probablemente todos hayamos sentido alguna vez.
El problema es que durante los periodos de baja motivación solemos buscar fuentes inmediatas de gratificación o de entretención. El problema es que nos perdamos compulsivamente en redes sociales, en malos hábitos alimenticios, e incluso en drogas adictivas o vicios.
Es necesario normalizar estos extremos y mantener niveles balanceados de motivación. Establecer un conjunto de hábitos y prácticas que nos ayuden a mantenernos vitales, enfocados y comprometidos. Y aunque el descanso es esencial, no tiene porqué implicar apatía.

Niveles de Motivación
¿Qué tan motivados deberíamos sentirnos en determinado momento? ¿Nos estamos sintiendo menos motivados de lo que deberíamos, o de lo que nos gustaría?
Es difícil tener una percepción objetiva de cómo otros experimentan motivación. La motivación es una experiencia principalmente subjetiva.
En términos generales existen tres diferentes "niveles de motivación": (1) nulo o bajo, (2) medio o normal, y (3) alto o fuerte.
Estos niveles influyen en nuestra capacidad para llevar a cabo cualquier tarea.
Podemos sentirnos apáticos o con pereza, sin querer hacer nada o simplemente sin saber qué hacer;
Podemos estar en una especie de “centro” en el que experimentamos una ecuanimidad que discierne qué actividades vale la pena realizar y encuentra la energía para hacerlas; o
Podemos estar especialmente inclinados hacia el frente en búsqueda de una meta concreta, con un nivel de fuerza evidente y sintiéndonos capaces de abordar cualquier reto. En este último estado es en el que llega una cierta percepción de control sobre nuestro entorno y experiencia.
Motivación y Dopamina
La dopamina es un neurotransmisor que desempeña un papel clave en la motivación. Y aunque también está relacionada con otras funciones como el movimiento corporal y el desarrollo comportamientos adictivos, el papel principal de la dopamina se encuentra en los procesos motivacionales.
Algunos estudios sugieren que, incluso cuando los niveles de dopamina son bajos, las personas aún pueden experimentar cierta intención o deseo de perseguir algo de placer. Sin embargo, cuando los niveles de dopamina son demasiado bajos, nuestra capacidad para buscar al menos algo placer desaparece.
La disposición para hacer un esfuerzo y perseguir cualquier objetivo, no solo el placer, está fuertemente regulada por nuestros niveles de dopamina.